Las sillas de ruedas eléctricas plegables de Tecmoving han cambiado la vida a muchas personas. Una de ellas es Bernabé Farré. Ingeniero y emprendedor, ha recorrido medio mundo con su silla Zinger y ha querido compartir su experiencia.

En verano del 2018 tuve el gran acierto de adquirir una silla Zinger, ya que el último viaje que había hecho se me hizo muy engorroso ir con silla manual y las eléctricas que conocía eran extremadamente pesadas.

Fuimos hacia el aeropuerto de Barcelona en Taxi y el conductor no se creía que la silla era eléctrica, la plegó en un instante, la cargó fácilmente y a partir de este momento utilizo mucho el taxi, ocupando la Zinger poco espacio en el maletero y los taxistas encantados.

Partimos en avión hacia Reikiavik ISLANDIA y la primera sorpresa fue cuando pude ir directamente hasta la misma puerta del avión, se llevaron la silla plegada a la bodega y al aterrizar la volvía a tener en la puerta. El ahorro de tiempo y molestias es considerable. Otras personas que circulaban por el aeropuerto en sillas de ruedas de todo tipo, se quedaron impresionadas de la ligereza y agilidad de la Zinger.

El viaje fue estupendo y pude disfrutarlo mucho más que en viajes anteriores.

A partir de aquí, me ilusioné en volver a viajar tanto con mi familia como por temas profesionales y recuperé esta actividad que tanto nos gusta a las personas. Este aumento de movilidad cambió esta tristeza que supone verte cada día más limitado.

A partir de aquí, con dos años operativos, ya que con la pandemia se han limitado mucho las posibilidades de viajar, he estado en todos estos lugares con la Zinger, que sinceramente sin ella habria ido a muchos menos o no hubiese ido.

Islandia- Ring Road con autocaravana.

Gran Bretaña – Manchester – Doncaster

Alicante en tren y en avión varias veces.

Madrid en AVE varias veces.

Francia – Paris en AVE.

Bosnia Herzegovina, via Alemania – Santuario de Medjugorje

Irlanda – Dublin

Italia – Roma

Marruecos – Marrakech – Uarzazate – Er-Rachidia y desierto Erg Chebbi

Italia – Nápoles – Santuario de San Giovanni Rotondo

Estoy a la espera de que se pueda viajar con toda tranquilidad y hacer algún viaje transoceánico.

El hacer cosas cuando tienes una discapacidad es un tema de actitud y ganas, pero la Zinger consigue hacerlo todo más fácil.